La buena mala madre: El dorama coreano que mezcla risas, lágrimas y segundas oportunidades

¿Qué pasaría si tu hijo tuviera que volver a ser criado… desde cero? Esa es la pregunta que dispara La buena mala madre, el dorama coreano que está conquistando corazones —y pantallas— y que ahora aterriza en Netflix con una historia emotiva, exagerada y muy, pero muy humana.

Lejos de los dramas oscuros como Run o The Act, esta serie apuesta por la comedia con tintes melodramáticos para hablar de un tema tan delicado como la maternidad. Y lo hace con humor, corazón y mucho estilo.

Una comedia sobre maternidad... pero no como te la esperas

La buena mala madre nos presenta a Jin Young-soon, una madre soltera que crió a su hijo con mano firme. Años después, tras un trágico accidente, ese hijo —hoy un fiscal exitoso— vuelve a casa... con la mente de un niño. Así arranca una historia donde madre e hijo deben volver a empezar, en todos los sentidos.

Dirigida por Shim Na-yeon, la serie mezcla lo absurdo con lo emocional, tocando fibras sensibles pero sin renunciar al entretenimiento. Una especie de montaña rusa emocional donde reímos, reflexionamos y, sí, también soltamos alguna que otra lágrima.

¿Dónde verla?

Si estás en Latinoamérica, marcá el 20 de mayo en el calendario. Ese día La buena mala madre llega a Netflix. En Corea del Sur, la serie se estrenó el 26 de abril por JTBC con episodios semanales hasta el 8 de junio.

Quién es quién en esta historia entrañable

Ra Mi-ran es Jin Young-soon, la madre fuerte, protectora y de carácter que deberá aprender a amar de nuevo a su hijo... como si fuera la primera vez.

Lee Do-hyun interpreta a Choi Kang-ho, el fiscal que pierde la memoria y regresa a su infancia sin saberlo. Lo recordarás de La gloria, Sweet Home y Prison Playbook.

Ahn Eun-jin es Lee Mi-joo, la amiga de la infancia que vuelve a su vida para acompañarlo en esta nueva etapa. La vimos en Kingdom y Diary of a Prosecutor.

Yoo In-soo, conocido por Estamos muertos, da vida al adorablemente caótico Bang Sam-shik, un alma libre con un viejo amor no correspondido.

¿Por qué deberías verla?

Porque La buena mala madre no es solo un dorama. Es una historia sobre segundas oportunidades, sobre lo que significa cuidar a alguien, y sobre cómo el amor —a veces torpe, a veces excesivo— puede sanar incluso las heridas más profundas.