Lara Croft vuelve con fuerza: Tomb Raider IV–VI Remastered llega en físico este septiembre a PS5, PS4 y Nintendo Switch

¿Listos para otra expedición con Lara Croft? Si creciste con sus aventuras o te perdiste las entregas más oscuras de la saga, este es tu momento. Tras su paso por lo digital, Tomb Raider IV–VI Remastered: Starring Lara Croft se lanza en formato físico el 19 de septiembre para PS5, PS4 y Nintendo Switch. ¡Y vaya recopilación se viene!

Tres clásicos que definieron una era

Después del exitoso relanzamiento de Tomb Raider I–III Remastered, llega ahora la continuación con tres títulos imprescindibles que marcaron el cierre de la era clásica de la arqueóloga más famosa de los videojuegos.

Esta edición incluye:

Tomb Raider: The Last Revelation (1999): Una aventura intensa en Egipto, donde Lara libera sin querer al dios del caos, Set. Más seria, más madura y con una ambientación inolvidable.

Tomb Raider Chronicles (2000): Una mirada íntima al legado de Lara, contada desde el recuerdo de sus amigos tras su desaparición. Su estructura episódica explora nuevas facetas del personaje.

Tomb Raider: The Angel of Darkness (2003): El más polémico de los tres, pero también el más ambicioso. Supuso el salto a PS2, con una Lara más oscura, narrativa cinematográfica, nuevas mecánicas (como el sigilo) y un segundo personaje jugable.

Remasterización a la altura

La colección no solo trae nostalgia: ofrece gráficos mejorados, nuevas texturas, mejor iluminación, modelados más detallados y audio en castellano, con subtítulos y doblaje. Además, incluye un modo que te permite cambiar entre los gráficos clásicos y los actualizados en tiempo real. Un guiño perfecto para los veteranos y una gran opción para los nuevos jugadores.

Una edición para coleccionistas (y fans de corazón)

Publicada por Meridiem Games, esta edición física es una auténtica joya para la estantería. Ya puedes reservarla en tiendas y distribuidores habituales. Ideal para quienes quieren revivir la magia original... o descubrir por primera vez el lado más clásico (y oscuro) de Lara.