TRADUCTOR DE IDIOMAS

SUSBRIBETE

“Tierras Perdidas”: magia, traición y licántropos en un mundo oscuro

 “Tierras Perdidas”: Magia, traición y licántropos en una distopía hechizante

Noticias de Cine

¿Qué pasaría si en un futuro postindustrial la magia no solo coexistiera con la humanidad, sino que sustituyera a la tecnología? Esa es la pregunta que impulsa el imaginario visual y narrativo de “Tierras Perdidas”, la nueva superproducción de fantasía protagonizada por Milla Jovovich, que llega a los cines españoles el próximo 9 de mayo de 2025 de la mano de Diamond Films.


Dirigida por Paul W.S. Anderson, la cinta se basa en una historia corta del universo literario de George R. R. Martin, el autor detrás de Juego de Tronos, y promete sumergir al espectador en una aventura épica de oscuridad, poder y dilemas humanos, todo ambientado en un mundo donde los conjuros reemplazaron a los circuitos, y las criaturas mitológicas caminan a plena luz del día.


Una bruja, una reina y un encargo imposible


En el centro de la historia está Gray Alys (Jovovich), una bruja solitaria de pasado incierto que vive bajo una estricta norma mágica: nunca puede rechazar una petición que haya sido pagada. Esta regla arcana, casi contractual, la obliga a aceptar incluso las misiones más peligrosas, y esta vez la conduce hasta los confines de las legendarias Tierras Perdidas, un páramo prohibido donde la realidad y lo sobrenatural se confunden.


Su objetivo: cazar a un temido licántropo y absorber su poder para cumplir el capricho de la reina consorte de un reino moribundo. Esta noble ansía convertirse en mujer lobo para experimentar la fuerza, la libertad y la inmortalidad salvaje que la transformación promete. Pero Alys no viaja sola: la acompaña Boyce, un guía mercenario de lengua afilada y pasado incierto, que servirá como contrapunto humano en esta odisea mágica.


Sin embargo, lo que parece una simple cacería pronto se revela como un tablero de ajedrez político y religioso. Alys descubre que ha sido contratada en secreto por una orden eclesiástica rival para que fracase deliberadamente. Y lo que comienza como una travesía física se transforma en un descenso moral: ¿hasta dónde puede corromperse una bruja que ya nació maldita?


Una distopía mágica y visualmente provocadora


La estética de Tierras Perdidas mezcla lo medieval con lo postapocalíptico: ciudades construidas sobre ruinas tecnológicas, rituales arcanos celebrados en fábricas abandonadas y paisajes donde la naturaleza reclama lo que la civilización dejó atrás. El resultado es una distopía visualmente poderosa que bebe de referentes como The Witcher, Mad Max y La historia interminable, pero con el toque oscuro y cerebral que Martin suele imprimir en sus historias.


La película explora temas universales como el libre albedrío, la corrupción del poder, la identidad y el deseo de trascendencia, todo envuelto en un velo de magia oscura y violencia ritualizada. Los licántropos, lejos de ser simples monstruos, son tratados como figuras trágicas y metafóricas, representaciones del conflicto entre civilización y salvajismo, deseo y represión.


¿Funciona el salto del cuento a la gran pantalla?


El guion, adaptado directamente de la obra corta de George R. R. Martin, mantiene la ambigüedad moral y la densidad narrativa del texto original. Sus personajes no son héroes ni villanos puros; todos cargan culpas, secretos y decisiones difíciles. Esta fidelidad al tono literario es una de las mayores fortalezas del filme, pero también uno de sus posibles puntos débiles: hay momentos donde la densidad temática puede ralentizar el ritmo narrativo y alienar a un espectador más casual.


Aun así, los diálogos afilados, las actuaciones comprometidas (en especial de Jovovich, que interpreta a Alys con una mezcla de melancolía y ferocidad) y la dirección estilizada de Anderson logran mantener el interés. La fotografía y el diseño de producción son, sin duda, puntos altos, ofreciendo momentos de belleza lúgubre que se quedarán grabados en la retina.


Una propuesta audaz para amantes de la fantasía oscura


Tierras Perdidas no es una película para todos los públicos. Requiere atención, paciencia y gusto por lo simbólico. Pero para quienes disfrutan de la fantasía adulta, de las narrativas complejas y del cine que no subestima a su audiencia, esta cinta representa una propuesta refrescante y valiente.


Más que una historia de magia y monstruos, Tierras Perdidas es una fábula sobre lo que estamos dispuestos a perder —o a traicionar— por un deseo inalcanzable. Porque, a veces, lo más peligroso no es enfrentarse a un lobo... sino al reflejo que devuelve el espejo cuando la bestia ya vive dentro de nosotros.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Popular Posts